Un sistema integrado de gestión (SIG) cubre todos los aspectos de la organización, desde el aseguramiento de la calidad del producto e incremento de la satisfacción del cliente hasta el mantenimiento de las operaciones dentro de una situación de prevención de la contaminación y el control de los riesgos de salud y seguridad ocupacional.
También cuando existe la necesidad de implementar dos o más normas de gestión es imprescindible integrarlas adecuadamente de forma tal de evitar duplicar información, generar documentación excesiva, evitar el doble registro.